JABALQUINTO PASO A PASO " CASTILLO DE ESTIVIEL O LAS HUELGAS"


En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada dos semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana,"CASTILLO DE ESTIVIEL O LAS HUELGAS".

Situa en el término de Jabalquinto a unos doce kilómetros del núcleo de población es visible desde todo el medio circundante (desde la autovía de Granada, Nacional IV y carreteras de acceso a estas vías de comunicación) por lo que es fácil el acceso circulando por la antigua Nacional IV pasado Mengibar dirección a Bailen, tomaremos un carril agrícola a la izquierda que, fijando como referencia varias torres de antenas, nos conducirá al castillo.



Entre olivares llegamos a la señorial casa - Cortijo de las huelgas - en cuyas inmediaciones aún se resiste a desaparecer, a pesar de su abandono, las ruinas de un antiguo castillo asentado en la cima redondeada y aplanada de una colina con excelentes vistas.

Entre todos los asentamientos humanos en la historia del término municipal de Jabalquinto destaca la finca de Las Huelgas, situada en el margen derecho del Guadalquivir, cerca de la desembocadura del Guadiel, donde se emplaza la antigua aldea islámica de Estiviel, con la que se vincula el origen de Jabalquinto, estrechamente ligado al nacimiento del señorío de Día Sánchez de Biedma (justicia mayor de la casa del rey y alcalde de Jaén, Quesada y Tíscar) que consiguió a finales del primer cuarto del siglo XIV que Baeza le cediera en señorío la antigua aldea islámica de Estiviel que se había quedado despoblada tras su conquista por Fernando III, allá por el año 1224, para recuperarla; aunque no se establecieron vecinos, sino, como ha descrito Pedro Porras, el proceso comenzó por la puesta en cultivo de diversas zonas, y la organización de dehesas, reconociéndose a los vecinos de Baeza el derecho a roturar las tierras y a llevar a pastar sus ganados, a cambio del pago de unas rentas al señor.

Estiviel (aldea islámica) o de las Huelgas (finca), asentado sobre una colina desde la que se divisa el valle del Guadalquiir y todo el territorio circundantes es un ejemplo de utilización prolongada de un valioso emplazamiento estratégico. Primero un oppidum prerromano, después un torreón beréber, más tarde una torre del homenaje cristiana torre del homenaje cristiana que se levanta desafiante ante los siglos, del último cuarto del siglo XIII, cuando posiblemente los castellanos reconstruyeron el castillo beréber asolado por Fernando III en el 1224.

Torre del homenaje

En esta fortaleza de forma circular, posiblemente porque se asienta sobre una edificación prerromana con dicha forma, destacan los restos de la torre del homenaje de planta cuadrada de cerca de doce metros de lado, hecha de calicanto y cuyo muro exterior alcanza en la actualidad una considerable altura permitiéndonos adivinar su estructura interior, con ocho huecos que en el primer piso serían saeteras y en los de arriba ventanas.

Aljibe

Dentro de la torre, asentada sobre un podio de calicanto, hay un hermoso aljibe. Dirección norte se aprecia una especie de pozo, parecido a una calera y a pocos metros de éste, un torreón de 7,66 metros de altura por 4,66 de frente y 4,50 de lado, al parecer hermano de las cercas bereberes de la región (Andujar, Jaén, Giribaile). En el lado oeste se encuentra un bastión asentado con un zócalo de sillarejo y un aljibe en el patio de armas.

Restos de piedras y murallas parecen confirmar que había varias cercas defensivas organizadas a modo de círculos concéntricos por algunos lados un poco desviados para aprovechar la forma del escarpe rocoso

En este mismo lugar la tradición ha situado el templo del dios Jano, el cual con sus dos caras divisaba la separación de dos provincias romanas: Bética y Tarraconense.

A falta de datos que confirmen la existencia del templo dedicado al dios de las dos caras que mirando en sentidos opuestos representaba las puertas abiertas, los comienzos y finales, el dios de los cambios y las transiciones, lo que si está claro que este fue el límite cuando se hizo la división provincial en época de Augusto y que fue escenario de la Segunda Guerra Púnica, cuando los ejércitos cartaginés y romano se movían en el eje Cástulo-Iliturgi.