La artesanía más destacada en la localidad es la realizada con esparto y con el que los escasos artesanos que aun perviven realizan todo tipo de figuras artísticas y utensilios, hoy en desuso pero que eran de uso cotidiano en las labores del campo, como las barjas.
Conserva Jabalquinto como un tesoro de su cocina tradicional los llamados "guiñapos", antigua comida farinácea que en otras comarcas y pueblos de la provincia recibe el nombre de andrajos, calandrajos, harapos, o talarines, y que en esencia no es más ni menos que una masa de harina y agua y un poco de sal, que se hace tiras o trozos muy finos, y que por parecer jirones, o trozos desgarrados de tela, recibe tales nombres, incluido el de talarines, que pudiera hacer referencia a la "tela de harina" y no a los tallarines italianos. En otros lugares serranos que han sido pasos tradicionales de pastores y rebaños trashumantes esta masa se convierte en una torta denominada "galianera", por conocerse como galiana a la senda pastoril por la que se conduce el ganado. Sea como fuere, llámese como se llame, esa masa hecha finas tiras acabará cociéndose en un caldo que lleva como primeros ingredientes los que componen un sofrito hecho con pimiento, tomate pelado y picado, cebolla cortada y ajo, al que acompañarán a la hora del cocimiento la carne de un pimiento seco y pimentón, junto a trozos de carne de caza menor como liebre, conejo, perdiz, y si es tiempo de Cuaresma, bacalao y hasta almejas. Los guiñapos de Jabalquinto, como los andrajos, ya aparecen con este último nombre en la literatura de nuestro Siglo de Oro, de ahí que hoy por hoy constituyan una reliquia viva de nuestra cocina más tradicional. El único ingrediente que a veces ha servido para diferenciar los diferentes matices de sabor que se esconden en este plato al que amparan distintos nombres, es que unos suelen llevar hierbabuena y otros no, pero todos llevan la masa de harina hecha jirones como si de tela rota se tratara.
Loteria
Ermita
Hechos históricos hoy
Resume de la Historia de Jabalquinto en voz
Ayuntamiento
Resume de la Historia de Jabalquinto
La localidad de Jabalquinto ha presentado muestras de haber sido ocupada en la Edad del Cobre o del Bronce y en la época ibérica fue escenario de la Segunda Guerra Púnica. Cuenta con parajes interesantes como el de La Carrera, que ofrece una vista panorámica sobre los ríos Guadalimar y Guadalquivir, la campiña, las sierras y la ciudad de Jaén. En el paraje de Estivel se pueden visitar las ruinas de un castillo árabe del que sólo se conserva la torre del Homenaje. Asimismo, El Veredón-La Barca es un bonito paraje en la margen derecha del río Guadalquivir. La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, se construyó en el siglo XVI y su estilo recuerda a la escuela de Andrés de Vandelvira. Además, cuenta con una bonita portada renacentista. Otros monumentos interesantes son la ermita de Nuestra Señora de las Mercedes y San Juan Bautista, levantada en el siglo XVII y el Palacio de los Condes de Benavente, construido entre los siglos XVI y XVIII. Jabalquinto celebra en mayo la festividad de San Isidro con una comida a orillas del río Guadalimar, organizada por la Hermandad de San Isidro, y una procesión. La última semana del mes de julio tienen lugar la feria y fiestas en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno y se organizan actividades lúdicas y deportivas y verbenas. La fiesta del emigrante de Jabalquinto tiene lugar en el mes de noviembre y se preparan verbenas populares y actividades deportivas y culturales. Jabalquinto se encuentra a 40 kilómetros de Jaén capital, desde donde podemos llegar por la carretera J-14 y la A-44 en dirección a Madrid, tomando la salida 12 en dirección a Jabalquinto. Desde ahí enlazaremos con la A-302 y la JV-3002, que nos llevará a nuestro destino