En la sección de Jabalquinto Paso a Paso, Olayo Alguacil González nos ofrece cada tres semanas a todos los lectores que visitan la Web Jabalquinto.biz una sección donde podremos conocer rincones con encanto de Jabalquinto esta semana décima entrega.
POR LA CALLE “JOAQUÍN RUIZ” A LA IGLESIA PARROQUIAL
Si el Palacio es el más significativo artísticamente de los bienes culturales civiles, la representatividad religiosa la ostenta la
iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación. Templo que desde la plaza del Ayuntamiento ya se divisa y al que vamos a acceder a través de la calle Joaquín Ruiz Álvarez que conecta estos dos edificios emblemáticos.
Calle Joaquín Ruiz Álvarez Iniciamos el descenso por esta calle de fuerte pendiente; cuya nominación está dedicada a un hombre:
Joaquín Ruiz Álvarez,que ocupó la alcaldía durante cuarenta años consecutivos en esta villa, concluyendo su mandato el 31 de marzo de 1920 a sus 73 años de edad. Personaje ilustre del que D. Lope de Sosa escribía estas cosas:
“Ser alcalde cuarenta años consecutivos, supone muchas cosas: un prestigio consagrado y unos respetos indiscutibles, juntamente con una ecuanimidad de temperamento vencedora de dificultades y más alta que todo lo accidental de la actuación pública… Desempeñando la Alcaldía de Jabalquinto el Sr. Ruiz Álvarez ha tenido relación con cincuenta y tres o cincuenta y cuatro Gobernadores Civiles, actuó en numerosas elecciones generales y en todo momento ha continuado su camino puesta la idea principal en el reposo y en el bien de la villa por él regida”
Detalle de dos portadas En esta calle se encuentran algunos edificios de cierto interés para el estudio de la arquitectura vernácula y dos portadas del siglo XVIII.
Ya en la plaza de la Iglesia de trazado irregular, en cuyo centro se sitúa un obelisco en homenaje a los caídos, se alza el templo parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación
de discretas proporciones en el que a simple vista se pueden distinguir dos fábricas correspondientes a épocas distintas, fácilmente identificables por su estilo, material utilizado y altura. La principal de sillería data del siglo
XVI, pero el crecimiento demográfico del último tercio del siglo XVIII precisó un amplio proceso de ampliación que se consumó a lo largo de todo el siglo
XIX.Vista general de la Plaza y exterior de la Iglesia La principal de las fábricas, de sillería construida en el siglo XVI, rodea el espacio de la nave, que a su vez está cubierta de una
bóveda de medio cañón soportada por dos arcos fajones que se apean en estribos. Tanto la bóveda como los arcos fueron construidos en tiempo del noveno prior, el licenciado Gabriel Jurado, allá por el año de
1642, según consta en los archivos parroquiales, siendo esta bóveda de ladrillo. La segunda, construida con distinto material se realizó hacia 1868 siendo prior el doctor Gregorio Gallego y Castilla.
En el archivo parroquial se puede leer: “Hizo la obra de la Iglesia aumentándola por la parte este. Esta obra terminó en el año 1868”.
El gobierno de la
Reino Isabel II contribuyó en gran medida para que esta ampliación se pudiera llevar a cabo, junto
con los vecinos que participaron con caballerías, dinero y mano de obra gratis.
Lo más destacado es la
portada renacentista, enmarcada entre dos grandes contrafuertes, está compuesta de un gran arco trasdosado, de medio punto, con clave resaltada que lleva la inscripción: “DEDICATO CONCEPCIONIS”, apeado en jambas lisas coronado por salmeres formados por diversas molduras. El arco queda flaqueado por dos columnas corintias acanaladas y en su mitad inferior bastones alternantes. Estas columnas corintias reposan sobre grandes basamentos, sobre ellas corre un entablamento con friso liso y jarroncitos sobre pedestales a los lados.
Portada renacentista y detalle del medallón con relieve de la Virgen con el Niño Jesús en su regazo La portada queda completada con un gran
medallón circular sobre cuero apergaminado que incluye un relieve de María Madre, sedente con Jesús en su regazo, a los pies un querubín, que se corresponde con el primitivo nombre de la parroquia: Nuestra Señora de la Concepción. Un sencillo
entablamiento y un
frontón triangular con la fecha de su fundación en el interior, rematan el conjunto. Por su estilo, la portada recuerda diseños de Andrés de Vandelvira. Se aprecian conexiones entre ésta la de la parroquia de Mengibar y de la Encarnación de Bailén.
Completa el conjunto exterior, una sencilla
espadaña de dos cuerpos, con doble vano de medio punto, el inferior y el superior de un solo vano y frontón triangular, al parecer del siglo XVIII.
Interior de la Iglesia Nave rectangular cubierta con una bóveda de medio cañón que descansa sobre arcos fajones que, a su vez, descansan sobre estribos.
Muy posterior es el presbiterio, al que se accde por arco toral de medio punto, y cuyo testero plano recibe luz por ventanas con forma de trébol.
Existe en su interior algunas
capillas de escaso valor artístico, construidas hace a penas una veintena de años; sin embargo hay que destacar
dos imágenes de madera. La primera el
Santisimo Cristo de la Expiración, según parece de la “Escuela Valenciana”. La segunda un
Nazareno de pelo natural y brazos articulados, restaurada en 1939 después de la guerra civil; pero del que se habla en un inventario del siglo XVIII y que es el patrón de todos los jabalquinteños.
Hay otra imagen de la
Virgen Dolorosa, de mediana talla realizada en su totalidad igualmente después de la guerra civil.
Con el recuerdo de una de las actividades realizadas en la plaza de la Iglesia que nos traslada a otra época que ya no es la nuestra, damos por finalizado nuestro paseo por Jabalquinto esta semana.
D. Alberto Pagonabarraga, junto al Alcalde, D. Joaquín Ruiz López, y representantes de la Sección Femenina, presenciando una exhibición gimnástica en la explanada de la Iglesia.