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Apenas se tienen datos de la evolución histórica de Jabalquinto. En la antigüedad romana, Jabalquinto, llamada Ossigi, estaría en el área de influencia de Cástulo, la ciudad más importante del Alto Guadalquivir, por lo que los intercambios y la influencia sobre Jabalquinto sería destacable.

Pero la actual villa de Jabalquinto, es población moderna: su fundación se debe a la ilustre casa de Biedma, infanzonada en Baeza, hoy unida a la de los condes-duques de Benavente, cuyos progenitores, habiendo venido a luchar contra los moros en las primeras oleadas de la Reconquista, obtuvieron en premio a sus servicios el castillo de Estiviel, ganado por Fernando III El Santo, y las villas de Hortalancha y Ventosilla, que eran parte de este territorio.
Seguidamente unieron en el mismo otras adquisiciones al enlazar con la familia Álvarez de Funes, en concreto unos molinos entre Mengíbar y Estiviel.

Jabalquinto había sido término de la jurisdicción de la ciudad de Baeza, y ésta lo enajenó en 1347, por cuenta, a Día Sánchez de Biedma de la Casa de Benavides de dicha ciudad, teniendo en éste su origen el Marqués de Jabalquinto que da nombre a una antiguo palacio aún levantado frente al Ayuntamiento.

El desarrollo debió discurrir condicionado a las eventualidades de una época en la que tenía gran influencia las propiedades nobiliarias pues era un patrimonio privativo de los Benavides, que tenían fuertes enfrentamientos con los Carvajales, agudizados por tomar partido cada uno por una rama dinástica con la llegada de los Reyes Católicos.
Los Benavides apoyaban a la Beltraneja y los Carvajales a los Reyes Católicos, aunque posteriormente jurarían lealtad a estos últimos y lucharían con ellos en la Guerra de Granada.

Con la sublevación de las Comunidades comienzan de nuevo las pendencias entre las dos familias. Ahora los Benavides apoyan a los comuneros y los Carvajales a Carlos I, siendo dependencia de Baeza, hasta que consiguió su emancipación.

MONUMENTOS


El Palacio de los Duques.
Impresionante palacio realizado en el siglo XVI en sillería, de planta
rectangular. Presenta una gran fachada apaisada, enriquecida con dos portadas de sillería, la principal, con arco de medio punto, flanqueada por pilastras corintias. A sus lados sendos escudos nobiliarios, sostenidos por tenantes, de la Casa de Benavides, que fueron usados como armas por el municipio hasta el siglo XIX y que presentan un león rojo rampante sobre campo de plata, fajado con las barras de Aragón y orlado de ocho calderos en campo de oro y en sus balcones la rejería de la misma época es de gran factura. Interiormente llama la atención el vestíbulo, baranda de las escaleras y la rejería.

Ermita de San Juan.
Situada a espaldas del Palacio de los Duques. Conserva la estructura de las portadas conventuales del XVII, una pequeña espadaña y notable rejería.